En 1954, el cuerpo increíblemente conservado de un Niño Inca de mas de cinco siglos de antigüedad fue descubierto en la fría cumbre del Cerro El Plomo, dominador absoluto del valle del Mapocho en Santiago de Chile. El origen y los motivos de su muerte son revelados por los científicos del Museo Nacional de Historia Natural de Chile y nos acercan inevitablemente a nuestra desconocida relación con el Imperio Inca