Nano es un joven que vaga por las costas del sur de Chile. Llega hasta Cobquecura preguntando por un hombre desconocido. Entra a una taberna donde entabla diálogo con un viejo pescador, el Curtíao que narra algunos mitos locales. Nano intrigado por los relatos, sigue y acompaña al viejo hasta la cueva llamada La Iglesia de Piedra, donde la leyenda cuenta de un entierro de oro y plata perdido y abandonado hace muchos años. Nano con una improvisada antorcha ingresa lentamente a la imponente caverna. El viejo le sigue de lejos. Ninguna precaución será suficiente para eludir el terror y destino de los osados visitantes a La Iglesia de Piedra.
